Pico Tres Concejos - Pico Camparón (01-08-09)

Pico Tres Concejos - Pico Camparón (01/08/2009)
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Como vaticinaban una bajada de temperaturas y un sábado bastante malo, decidimos que nos íbamos al monte. Y para empezar, después de unas semanas de parón, pensamos que hacer 4 dos miles de un golpe sería lo justo para quitarnos el gusanillo.Por lo tanto decidimos subir el Pico Tres Concejos, el Camparón, el Robequeras y el Estorbín.
A las 11:00 h. partíamos del Pueblo de Pendilla (1.337 m.), estaba lloviendo y la temperatura era más bien fresquita. Cruzamos el arroyo y por el camino que levemente va ascendiendo paralelo al arroyo llegamos a las naves grandes de ganado. Dejamos dichas naves a la izquierda para seguir subiendo siempre por el camino principal que sube en zigzag la ladera que nos llevará a la Collada Propinde (1.589 m). En esta collada hay una valla que divide la provincia de León y la de Asturias, nosotros cogimos un sendero muy pequeño que va pegado a la valla, discurre entre urces y sube hacia el Tres Concejos. A estas alturas ya no llovía, pero al meternos entre las urces acabamos empapados, sarna con gusto no pica…. La subida la íbamos disimulando porque cada tres por cuatro nos parábamos a comer unos arándanos que estaba aquello llenito de ellos y así poco a poco, llegamos a la falda del Tres Concejos y atacamos la cima….
Cuando por fín llegamos (2.020 m.), allí no había quien parara del aire que hacía, por lo tanto nos hicimos la foto correspondiente y rápidamente nos dirigimos a nuestro nuevo objetivo, el Pico Camparón o Pisones (2.050 m).
Bajamos a la Collada Mortera (1.920 m.) y en unos 30 minutos ya coronamos el Pico Pisones, allí nos hicimos la foto correspondiente, estudiamos la panorámica que es tremenda, se ven los valles del Concejo de Aller y Lena de un verde intenso, el enorme circo lleno de montañas todas de 2.000 m., si miras al NO, al fondo, como diciendo “yo soy la reina” se ve Peña Ubiña, bueno un espectáculo….
Como soplaba el aire decidimos bajar a la Collada Morterúa (1.950 m.) y comer allí para despuès subir al Pico Robequeras (2.110 m.).
Cuando acabamos de comer, el Romero más prudente y la Romera más cansada nos convencieron de que lo más sensato tal y como se estaba poniendo el cielo y avanzando las nubes era descender hacia el pueblo de Pendilla a través del Valle Bustamores.
Hay que darles la razón, porque cuando empezamos a descender se formó una tormenta tremenda con unos rayos y unos truenos que pensamos que se nos caía el cielo encima. Para colmo de los colmos empezó a granizar y como era poco lo que nos mojaba el granizo y la lluvia pues encima teníamos que atravesar una zona de urces. Bueno, que ni capa de agua ni nada de nada, que empapados hasta los huesos. Hubo una Romera que comparó la situación con una máquina de lavado de coches, fase de mojado, frotado y aclarado, la cera ya nos la habíamos dado….
De repente dejó de llover y pudimos bajar por el Valle Bustamores disfrutando de las praderas verdes, de la gran cantidad de ganado que vimos, del arroyo que es precioso y del pequeño bosque de abedules y hayas.
PD. Nos llegamos a secar….