Torre Salinas - 2.447 m. (8-12-2011)Para VER el album PINCHAR en la foto
El jueves (8/12/2011) salimos a las 6 de la mañana hacia el puerto de Pandetrave (1.566 m). Desde León el viaje dura casi 2 horas, con lo que el amanecer nos pilló en la pista que sube desde el puerto hacia la canal de Pedabejo.
Hacía un frío que pelaba, pero nada de nieve, eso sí, los charcos helados jugaban malas pasadas.
Una vez en lo alto de la canal de Pedabejo (2.035 m), donde se ve por primera vez la Vega de Liordes, giramos hacia nuestra izquierda, y nos dirigimos hacia el nevero evidente, que acaba en una estrecha canal.
La ruta normal de subida es remontando esa pedrera, ahora nevero, y cogiendo una canal a la izquierda poco antes del final. Pero en condiciones invernales se puede subir por la canal al final del nevero, mucho más estrecha y poco más inclinada.
Mucho cuidado con las simas, abundantes en este caos de caliza, tanto en la aproximación al nevero, como una vez en él. Hay una en la aproximación marcada por un GEM (Grupo de Espeleología de Montaña) y otro agujero a medio nevero pegado a la pared izquierda según se sube.
Nosotros remontamos la canal al final del nevero. Una divertida trepada de II-III.
La nieve tanto en el nevero como en la canal estaba poco transformada, de hecho en algún tramo te hundías bastante, hasta media pierna y más.
En la ladera de la montaña, la nieve escasea y está bastante helada. Hay muchas zonas de piedra con una delgada capa de hielo, que no sirve como seguro para el piolet.
La salida de la canal es una especie de hombro, que remontamos diagonalmente hacia un evidente collado ya en la cresta. Numerosos hitos nos ayudan a encontrar el camino.
Una vez en ese collado hay que crestear hasta la cima.
El jueves hacia un día magnífico, y el viento no fue un problema, aunque en la cresta soplaba, y la temperatura se resentía.
Una vez en la cima, fotos a toda prisa y salimos por pies, pues hacía un frío que pelaba.
Las vistas desde la cima son impresionantes, sobre todo del Valle de Valdeón, la Bermeja, y por supuesto el Llambrión y sus cimas vecinas. Entre ellas la Torre Blanca, donde ese día sufrió un accidente mortal Don Carlos Terradillos. Nuestro pésame a la familia y amigos
Para bajar seguimos nuestras huellas y los hitos. Una vez cerca del hombro de salida de la canal estrecha, continuamos sin perder altura, siguiendo los hitos que nos condujeron a la canal de la ruta normal, mucho más ancha y algo menos inclinada. La nieve en esta canal estaba bastante dura, así que bajamos de cara a la pendiente y, clavando el mango del piolet con ambas manos en la cruz.
La ruta resultó más complicada de lo que creía, la verdad pensé que sería más sencilla. Nos llevó 9 horas ir y volver a Pandetrave. En Picos nada resulta sencillo, ni siquiera las rutas normales, y menos en invierno.
Hacía un frío que pelaba, pero nada de nieve, eso sí, los charcos helados jugaban malas pasadas.
Una vez en lo alto de la canal de Pedabejo (2.035 m), donde se ve por primera vez la Vega de Liordes, giramos hacia nuestra izquierda, y nos dirigimos hacia el nevero evidente, que acaba en una estrecha canal.
La ruta normal de subida es remontando esa pedrera, ahora nevero, y cogiendo una canal a la izquierda poco antes del final. Pero en condiciones invernales se puede subir por la canal al final del nevero, mucho más estrecha y poco más inclinada.
Mucho cuidado con las simas, abundantes en este caos de caliza, tanto en la aproximación al nevero, como una vez en él. Hay una en la aproximación marcada por un GEM (Grupo de Espeleología de Montaña) y otro agujero a medio nevero pegado a la pared izquierda según se sube.
Nosotros remontamos la canal al final del nevero. Una divertida trepada de II-III.
La nieve tanto en el nevero como en la canal estaba poco transformada, de hecho en algún tramo te hundías bastante, hasta media pierna y más.
En la ladera de la montaña, la nieve escasea y está bastante helada. Hay muchas zonas de piedra con una delgada capa de hielo, que no sirve como seguro para el piolet.
La salida de la canal es una especie de hombro, que remontamos diagonalmente hacia un evidente collado ya en la cresta. Numerosos hitos nos ayudan a encontrar el camino.
Una vez en ese collado hay que crestear hasta la cima.
El jueves hacia un día magnífico, y el viento no fue un problema, aunque en la cresta soplaba, y la temperatura se resentía.
Una vez en la cima, fotos a toda prisa y salimos por pies, pues hacía un frío que pelaba.
Las vistas desde la cima son impresionantes, sobre todo del Valle de Valdeón, la Bermeja, y por supuesto el Llambrión y sus cimas vecinas. Entre ellas la Torre Blanca, donde ese día sufrió un accidente mortal Don Carlos Terradillos. Nuestro pésame a la familia y amigos
Para bajar seguimos nuestras huellas y los hitos. Una vez cerca del hombro de salida de la canal estrecha, continuamos sin perder altura, siguiendo los hitos que nos condujeron a la canal de la ruta normal, mucho más ancha y algo menos inclinada. La nieve en esta canal estaba bastante dura, así que bajamos de cara a la pendiente y, clavando el mango del piolet con ambas manos en la cruz.
La ruta resultó más complicada de lo que creía, la verdad pensé que sería más sencilla. Nos llevó 9 horas ir y volver a Pandetrave. En Picos nada resulta sencillo, ni siquiera las rutas normales, y menos en invierno.
