Excursión a Valdepielago

Excursión a Valdepielago
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Salimos de Valdepiélago, desde el puente medieval siguiendo la calzada romana, pasamos por Montuerto y subimos al Castillo que por desgracia está en muy malas condiciones, tan malas que casi te lo tienes que imaginar, pero desde este alto se puede ver la panorámica del río, los árboles, el monte y la roca, la vista es de ensueño. Seguimos caminando y por el camino encontramos un plantío de chopos con una serie de esculturas colgadas de los árboles muy originales pero muy tétricas, daban hasta miedo…., llegamos al pueblo de Nocedo donde paramos a tomar un “vino” y nos pusieron de tapa chorizo y ¡cómo estaba el chorizo!..., retomamos la marcha por la carretera y llegamos a la Cascada de Nocedo, es el río Valdorría que baja desde el pueblo del mismo nombre, quien la forma al salvar un gran desnivel para unirse en pocos metros al río Curueño, es un sitio precioso, nos hicimos varias fotos y salimos de allí muy deprisa porque el agua al golpear contra la roca se pulveriza y parece que no, pero te mojas.
Siguiendo el río por la carretera llegamos otra vez a Montuerto y paramos a comer en un prado bañado por las aguas del río Curueño, comimos el bocata con ansia y el queso de Luis y las chocolatinas de Cristina y lo que nos hubieran puesto…, después de un buen rato bromeando y jugando seguimos ya por el camino de la calzada romana hasta Valdepiélago.

Subida a Fontañan

Subida a Fontañan (3/11/2007)
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Esta ruta la comenzamos desde Olleros de Alba, el camino que nos lleva a este pico transcurre gran parte del mismo paralelo al río, Fontañan fue un importante enclave estratégico, por lo que en su cima se encuentran restos de trincheras y un búnker antiaéreo, la vista desde arriba es espectacular.

Nos hizo un día estupendo, bueno realmente demasiado estupendo, con un poquito menos de sol habríamos estado más contentos, nuestras caras se iban poniendo muy muy coloradas a medida que íbamos subiendo, excepto las de 3 de nuestros romeros que en primera fila, charlaban, contaban, chistes y no dejaban de hablar como si estuviesen dando un paseo por Ordoño. Al llegar al pico sacamos nuestros bocadillos (tortilla con chorizo) y todos a comer, viendo un paisaje realmente increíble.

La bajada fue muy divertida, yo creo que ni los jabalíes bajen por ahí, pero ahí estábamos nosotros, campo a través si ningún problema, al llegar al pueblo tuvimos nuestra recompensa, nos habían preparado un magosto (Ummm que ricas las castañas)