viernes, 22 de mayo de 2009

Lago Ausente - Peña Requejines - Pico El Ausente

Lago Ausente - Peña Requejines - Pico el Ausente (22/05/2009)
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Una vez más nos ponemos en ruta, esta vez para conocer el Lago el Ausente y si las condiciones lo permiten ascender a Peña Requejines (2.026 m.). Aprovechando nuestra fiesta patronal decidimos aprovechar el día, aunque esta vez sólo acudimos tres romeros a la cita.
Este itinerario parte del área recreativa El praíco, situada en La Venta de San Isidro a orillas del río Isoba. Para empezar hay que atravesar el prado por el que corre el arroyo de Fonfría, en dirección a unas grandes rocas pegadas a la ladera. Allí se inicia un desbroce por el que ganamos altura rápidamente, en un tramo duro pero que se suaviza cuando la trocha describe varios zig-zag para acercarse al encajado cauce del reguero Peñón.
Un poco más arriba la pendiente se atenúa definitivamente, justo en el lugar donde nuestro sendero cruza el arroyo para avanzar hacia el este por una vaguada que desemboca en una amplia cubeta colmatada, ocupada por una de las turberas más extensas y llamativas de cuantas existen en la Loma Fonfría. Debemos rodear la turbera para continuar subiendo hasta alcanzar una pista procedente de la Estación Invernal de San Isidro. Por ella recorreremos solo unos metros a nuestra izquierda antes de desviarnos por una senda que sube directa al lago Ausente. Esta formación lacustre de origen glaciar ocupa un circo excavado por el hielo en las laderas del Pico Ausente y la Peña de Requejines. Al llegar a dicho Lago la sorpresa es la primera sensación que recorre el cuerpo, pues es dificil encontrar un paisaje tan bonito, con el lago parcialmente helado, varias lenguas de nieve caen hasta el lago y por el medio una cascada fluye desde el medio del Pico el Ausente. Es absulutamente impresionante. Decidimos comer al lado del lago, no sin ganas de algún romero de darse un baño.

A continuación subimos con relativa comodidad siguiendo la cresta que cierra el lago por occidente. El esfuerzo merecerá la pena por la gran panorámica que se contempla desde la cumbre. A media subida vimos la posibilidad de acceder al Pico El Ausente, desde Peña Requejines, pero bueno, primero decidimos subir a Requejines y luego ya lo estudiariamos.

Efectivamente, el acceso a Pico El Ausente fue relativamente sencillo y cresteando, aproximadamente en 15 minutos ascendimos a dicho pico y volviendo luego a Requejines donde habíamos dejado las mochilas. Después de las correspondientes fotos en los dos picos y a todo el entorno comenzamos la bajada.

La bajada, se puede hacer desde la Peña de Requejines seguimos la cuerda de la Sierra de Sentiles en dirección a la Estación Invernal de San Isidro, contemplando los tremendos desmontes de las minas de talco de Respina, que asolan la vertiente meridional de la sierra.
Alcanzado el primer collado, nos desviamos por la vallina que se abre a nuestra derecha, siguiendo una senda que cruza una franja de grandes pináculos de roca. El descenso continúa luego por un desbroce que, rodeando unos cortados por el oeste, va a contactar de nuevo con la pista de la Estación Invernal. Por ella volveremos a acercarnos al lago para encontrar el camino de la subida, que nos llevará de vuelta al área recreativa.

Pero nosotros decidimos bajar por el mismo sitio que habiamos subido, pues ya habíamos visto los desmontes de las minas de talco de Respina.




domingo, 17 de mayo de 2009

Cofiñal - Entrevados - Valle del Pinzón - Lago Isoba (17-05-2009)


Cofiñal - Entrevados - Valle del Pinzón - Lago Isoba (17/05/2009)

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Partimos del área recreativa del pueblo de Cofiñal, mientras nos componíamos de vez en cuando echábamos una mirada a la Peña San Justo, ya que la ruta rodea dicha Peña.
Fue una ruta muy entretenida, nada dura porque tiene muy poco desnivel 350 m. y porque cada tres por cuatro nos parábamos para hacer fotos.
Cogimos la carretera dirección al Puerto de las Señales con la Peña San Justo al fondo, a unos 100 m. cogimos un camino a la izquierda que nos lleva por una zona de prados de un verde intenso, llenos de flores. Siempre en dirección a la peña llegamos a un puentecito que cruza un arroyo que resulta ser el río Porma, en este punto el camino se bifurca, nosotros cogemos el desvío a la derecha que dejando el arroyo a la derecha tambien y casi sin darnos cuenta no vimos sorprendidos por unas cascadas preciosas llamadas “Cascadas de los Forfogones”.
Seguimos lo que parece una calzada romana y vamos poco apoco acercándonos a las faldas de la Peña San Justo, por esta zona el paisaje es impresionante porque cada poco vemos una cascada nueva, más bonita incluso que la anterior, es una zona de piornos llenos de flores, la falda de la montaña es de color lila de tantas flores como tiene y así llegamos al Valle de Pinzón por un camino que llega a ir un par de metros por encima de la carretera.
El camino que cruza el valle nos introduce en un hermoso hayedo, en este punto perdimos el camino, pero teníamos muy claro por donde transcurría la ruta por lo tanto subimos a través del hayedo hasta que llegamos a un alto desde el que podíamos ver parte del camino recorrido.
Comenzamos a descender hacia una pequeña laguna que se ve desde arriba, desde aquí cogemos un camino que nos lleva al pueblo de Isoba y antes de llegar al pueblo decimos comer nuestros deliciosos bocadillos, paramos en una zona que tenía unas rocas muy apropiadas para posar nuestras majestuosas posaderas y nada más empezar a degustar el menú se puso a llover, nos pusimos las capas, comimos a “tragalaperra” y decidimos tomar el café en Isoba.
Desde aquí salimos por un camino que va por encima de unos prados dirección a la Peña de San Justo, despues de unos 15 minutos encontramos un puente que cruza el río Isoba y seguimos un camino que sube hasta el Lago de Isoba, no voy a decir que es espectacular porque para mi gusto no lo es, ya que tiene la carretera pegando y los coches casi en el agua, por lo tanto un lago sin más.
Retrocedimos por donde habíamos venido, volvimos a cruzar el puente y seguimos el camino que va subiendo muy suavemente hacia un desfiladero. La verdad es que el río nos obligaba a pararnos cada poco porque hay un tramo precioso con el río encañonado y con grandes saltos de agua, vemos robles, hayas y abedules en la ladera de enfrente y en la nuestra son matas de piornos y escobas.
Cuando el camino empieza a bajar al poco encontramos un desvío a la derecha que nos lleva a un lugar llamado el Pozo de la Leña, ( eso sí con cuidado de no pisar la gran cantidad de babosas que te encuentras por el camino). El Pozo de la Leña es un sitio con varios saltos de agua, se puede llegar hasta la misma orilla y hacer unas fotos guapísimas.
Volvimos al camino principal y a los 20 m. encontramos la fuente Jerumbrosa y un banco, (estupendo sitio para hacer una paradita y tomar el café que llevamos en la mochila desde Cofiñal). Tomamos el café con unas gotitas de orujo que una de nuestras romeras trajo de una aldea de Galicia y parece que nos recargó las pilas, porque hubo quien metió primera y nos sacó al resto más de medio Kilómetro.
Al poco rato llegamos al punto de la ruta en donde se bifurcaba el camino y en éste enganchamos el mismo tramo que nos lleva de vuelta al área recreativa de Cofiñal.
Estupendo día y estupenda ruta.

sábado, 9 de mayo de 2009

Collada de Lois (9-05-2009)

Collada de Lois (9/05/2009)
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El punto de inicio de este recorrido está situado en el área recreativa de Reyero, desde donde es preciso caminar por la carretera vecinal del pueblo. Al llegar a las primeras casas, nos desviamos a la izquierda para tomar cualquiera de las dos calles que siguen por detrás de la iglesia y que confluyen más adelante, a la salida del pueblo, en la pista de Valderriero. Tras cruzar el arroyo, nos enfrentamos a un cruce de caminos: el que se desvía a la izquierda sube hacia el puerto pirenáico de Valdehigüende, mientras que la pista que sigue de frente se dirige a la majada de Recubiles. Como quiera que ambas pistas se volverán a encontrar en la cabecera del valle, estamos al principio de un circuito que se recomienda iniciar por el camino de Valdehigüende. Aquí hicimos la primera parada, pues encontramos en el camino un ternero de días tumbado y que apenas se movía, cerca de una zona acotada por un pastor eléctrico, donde pastaban gran cantidad de vacas. Después de discutir sobre el tema, decidimos seguir la ruta y a la vuelta comprobar el estado de dicho animal y dar aviso si fuera necesario en el pueblo. Siguiendo con la ruta, vamos ganando rápidamente altura, primero a través de un pujante robledal y, más adelante, por una loma desarbolada que permite disfrutar de una magnífica panorámica de la fértil llanada que precede a Pallide. Aquí vimos por dos veces al Abejero Europeo volar por encima de nuestras cabezas a no mucha altura por lo que pudimos apreciar sus características perfectamente.Superado el tramo de subida más fuerte, llegamos al hermoso puerto de Valdehigüende, teniendo a los pies de una sucesión de crestas calizas que recibe el ilustrativo nombre de los Cabezos. La ruta continúa subiendo por la cresta que separa los valles de Valderriero, a la derecha, y del arroyo de Remolina, a nuestra izquierda, hasta alcanzar la base de una peña. Allí, nuestro camino se cruza perpendicularmente con otra posta: por la izquierda podemos asomarnos en un breve desvío a la collada de Reyero, si bien la ruta prosigue por el ramal de la derecha, que comienza a descender por la cabecera del valle de Valderriero pasando por debajo de la collada de Lois. Aquí realizamos la parada técnica para coger fuerzas (comida).En este punto, merece la pena salvar el pequeño desnivel que nos separa de la collada para colar la mirada hacia el recóndito valle del río Dueñas, donde se levanta el pueblo de Lois. Justamente antes de comenzar a subir dicho desnivel divisamos por detrás de la valla dos animales, corzos, rebecos, no supimos exactamente lo que eran, pues cuando llegamos a la valla, ya habían desaparecido. Además justo al llegar arriba, comienza un fuerte viento que casi nos permitía coger vuelo. Volviendo a la pista, afrontamos una fuerte bajada que nos conduce a la majada de Recubiles. Donde los ganaderos de Reyero disponen de un redil para guarecer el ganado vacuno que suben a los pastos de altura de Recubiles, aunque solo en un tramo relativamente corto, que finaliza cuando el camino regresa a las orillas del arroyo de Valderriero. A partir de este punto, tan solo nos separa del pueblo un cómodo y bonito trayecto por el fondo del valle. Es una ruta encantadora, no muy dura, pero si muy entretenida, os la recomiendo.

sábado, 2 de mayo de 2009

Pico Fontún (2-5-2009)

Pico Fontún (2/05/2009)
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Como lo nuestro no hay quien lo entienda, el sábado por la mañana teníamos pensado subir el Fontún pero antes teníamos que resolver alguna compra del día de la madre mayormente….
Bueno lo que quiero es deciros que salimos de las 15:30 h. , como ahora los días son tan largos ….

Llegamos a Villamanín y cogimos la carretera que lleva a Cármenes y a 1Km. aproximadamente está el pueblo de Fontún y a la derecha encontramos una fuente y un cartel que nos indica que debemos coger la pista que sale a la derecha, la seguimos hasta a la altura de una nave de explotación ganadera y allí decidimos aparcar el coche, nos compusimos botas, gorros, crema, bastones y demás familia y para arriba.

La ruta sube fuerte desde el principio, son 800 m. de desnivel, por lo tanto con un ritmo suave encaminamos nuestros pasos hacia el paso que se forma entre las dos grandes peñas que se ven y que parecen pirámides. Pasamos por debajo de la primera y podemos apreciar restos de vallas de piedra y desde aquí cogimos el sendero que asciende entre las dos grandes peñas hacia un collado que se hace largo de subir no solo por la pendiente, sino también porque el terreno es un pedregal que hace la subida bastante incómoda.

Por fin llegamos al Collado y en este punto disfrutamos un buen rato de las vistas, comentamos lo duro de la subida y nos comimos una manzana para coger fuerzas, bebimos agua y nos animamos a subir el último tramo.

Desde este punto nuestros pasos van por un sendero que se ve perfectamente y que nos lleva a una pequeña canal, es muy sencilla y casi sin darnos cuenta estamos en la cima del Pico Fontún.

Las vistas son espectaculares, vemos perfectamente el valle de la zona de Arbás que se ve de un verde intenso, vemos Peña Ubiña, vemos hasta el Espigüete…. Es precioso y no hay nada mejor tras un esfuerzo que la recompensa de un abrazo en la cima en el que expresamos todo lo que se puede expresar en tan noble gesto que es amistad, orgullo, sufrimiento y muchísimo placer.

Si la subida fue dura, no os cuento como fue el descenso…, parecía que no se acababa nunca.

¡Hasta la próxima!