lunes, 21 de diciembre de 2009

Bosque de Pardomino (12/12/2009)



Es un bosque al que teníamos muchas ganas de meter mano, por lo tanto solicitamos los permisos correspondientes a la Junta de Castilla y León y por fín visitamos el enorme bosque de Pardomino.

Para acceder a la entrada del bosque hay que pasar Boñar dirección a Puebla de Lillo y una vez pasado el cruce hacia Valdecastillo y pasadas unas casas que están justo debajo de la presa del embalse encontramos una curva muy cerrada, justo antes de dar la curva hay un camino que se mete en el monte, seguimos por él hasta que llegamos a un área de recreo con mesas, fuente, etc., en este punto es donde aparcamos los coches y nos preparamos para conocer el hermoso bosque de Pardomino.

Este día éramos una buena tropa y había caído una heladita de miedo, por lo que comenzamos a caminar, con mucho garbo, por una pista que enseguida nos metió en el bosque.
El bosque es el más grande jamás pisado por un “Romero”, es tremendo, robles, hayas, acebos, setas, abedules…., la pena es que ya se habían caído la mayoría de las hojas, pero hemos decidido que volveremos en primavera u otoño.

La pista, perfectamente marcada y muy ancha, atraviesa el bosque con una pequeña pendiente que se lleva muy bien, además cada tres por cuatro parábamos a hacer una foto, a ver con más detalle un ejemplar tremendo de roble o de haya, que hicimos la ruta con calma….

Llega un punto en el que parece que el camino se acaba, en este punto hay que buscar a la izquierda un camino que va paralelo al arroyo, siempre bajando y que nos devuelve de nuevo a la zona de recreo en la que dejamos los coches.

La ruta es de unos 12 Km. aproximadamente y lo más divertido fue cruzar el arroyo en un par de ocasiones, porque siempre hay alguno/a que lo hace difícil de …. alma.

Había zonas que la helada no desapareció en todo el día, las ramas, las hierbas, el musgo pegado a las rocas cercanas al arroyo, todo estaba escarchado, todo era blanco, los “Romerillos” decían que era como entrar en los mundos de Narnia…

Una ruta muy cómoda, bonita y como siempre si el entorno es insuperable, la compañía también.

martes, 8 de diciembre de 2009

Rucayo - Puebla de Lillo (08-12-2009)


Rucayo - Puebla de Lillo (8-12-2009)
Para VER el album PINCHAR en la foto
Se trata de una ruta fácil y bonita, vamos, ¡un chollo!.
Además, puedes empalmarla con la ruta anterior y hacer Arintero-Rucayo-Puebla de Lillo; pero busca a alguien (un gran amigo) que te vaya a buscar a Puebla de Lillo ya que, de lo contrario, la paliza esta asegurada.

Se sale de Rucayo con dirección noroeste por un camino bien marcado. Al kilómetro y medio el sendero se bifurca: nosotros iremos por el de la derecha que nos llevará hasta el Collado Ferreras (1500 metros).
Una vez en el Collado y sin salirnos del camino principal, bajamos hacia el enorme hayedo de la Cervatina (PR-LE-28); pasaremos junto al reducto de tejos y al rato (1 Km desde el collado) llegamos a una curva con un camino que sube y otro que baja: los dos nos llevan a Puebla de Lillo, pero el que sube atraviesa una porción mucho mayor de bosque pasando por parajes realmente bonitos.

En total son 13 Km y los paisajes son grandiosos: piedra, bosque, vistas inolvidables desde el Collado Ferreras.., una ruta que espero repetir más veces, una de ellas en otoño… seguro que impresiona¡.

Animaros!!!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Arintero - Rucayo (06-12-2009)

Arintero - Rucayo (6-12-2009)
Para VER el album PINCHAR en la foto

Esta ruta la hicimos un día de los que ya nos daba igual el tiempo que hiciera, el cuerpo nos pedía monte, aire y espacio. Cómo podéis ver la ruta la hicimos, salimos del pueblo de Arintero atravesando el pueblo hacia una pista que por lo poco que podíamos ver a nuestra izquierda había monte bajo y a la derecha una zona de prados. Después de unos 30 minutos caminando, la pista es atravesada por una valla, pasamos la valla y cogimos un camino a la derecha que asciende hacia un collado.Cuando llegamos al alto comenzamos a bajar por un camino que va paralelo a un arroyo y que nos llevó al pueblo de Rucayo.El día era de pena, en las fotos está la muestra y para colmo llovía, pero ya sabéis “sarna con gusto no pica”.
La vuelta fue por el mismo camino.