viernes, 1 de marzo de 2013

REDIPUERTAS (24/02/2013)




El domingo nevaba mucho cuando llegamos a Redipuertas. Pusimos las cadenas y nos caímos a la cuneta a los 50 metros.
Nos sacaron unos vecinos con un todoterreno y una eslinga. Tras el susto, decidimos aparcar y dar un paseo por la zona.
Al oeste de Redipuertas, se abre un valle por el que corre el Arroyo Faro, que nace en la vertiente sur de este pico. El camino remonta el valle paralelo al arroyo, hasta llegar a la Majada Tala, donde si no estuviera nevando a todo gas, veríamos un circo de cumbres de más de 2000 metros rodeándonos. El pico Mediodía, Faro, Huevo y Morala, y los cordales que los unen entre sí, nos envuelven en una especie de círculo. La única salida se encuentra hacia el este, hacia Redipuertas, siguiendo el cauce del arroyo Faro. Es espectacular, pero no se veía nada.
Por encima de la Majada Tala el arroyo se bifurca, y en el ramal que baja del Faro, hay una cascada, que se encuentra helada. La parte izquierda de la cascada, parece bastante consistente, además tiene las típicas coliflores de hielo que a modo de repisas facilitan su ascensión, la damos un tiento.
No son las cascadas del Faro, pero servirá para animar el día. A las 4 volvimos a Redipuertas, y comimos en el restaurante Aprisco, muy recomendable. Volveré.



Las Cascadas del Faro - 27/02/2013





El miércoles, a pesar de que en León nevaba con fuerza, decidimos ir a escalar las cascadas de hielo del pico Faro.
Y nos salió bien. Dejo de nevar en la Vecilla, y cuanto más subíamos mejor tiempo hacía. Tras el café de siempre en Lugueros, proseguimos hasta Vegarada, donde las máquinas se afanaban en despejar el ramal de acceso a Riopinos, con poco éxito.
La nevada que hay es impresionante, asusta la cantidad de nieve y la posibilidad de aludes es real. Nos dijeron los maquinistas que desde el domingo habían caído cerca de dos metros de nieve.
Seguimos las huellas de unos esquiadores de fondo, hasta el paraje de los Colleones, desde allí abrimos huella por las Fontanillas, hasta el pie de las cascadas. La nieve estaba muy blanda, e incluso con raquetas te hundías 40 cm. Las últimas rampas, las hicimos en zig-zag, por relevos de 28 pasos, yo hacía la izquierda y el camarada hacia la derecha. Tardamos 3 horas en llegar, pero llegamos.
Hicimos la cascada de la izquierda, aunque también está formada la derecha. Nos llevó bastante tiempo abrirla, aunque se puede montar en top accediendo a la repisa cimera por un desvío a la izquierda.
El frío era atroz, y el asegurador lo pasaba mal. Aunque en cuanto te pones a escalar sudas. Es una escalada muy física, y como no la practicamos mucho, de un año para otro, te oxidas un poco.
La vuelta fue a toda mecha, en una hora estábamos en el coche, justo a las siete, cuando anochece. En cuanto se quitó el sol, la temperatura se desplomó más.
El que se quiera animar este finde, tiene un camino pisado para hacer las cascadas o intentar el corredor.

sábado, 2 de febrero de 2013

RAQUETADA AL PICO JEJE - (27/01/2013)



Buen día de nieve...., llegamos al Puerto de Vegarada y por detrás de edificio de la antigua Venta, cogimos el valle hacia arriba hasta que después de un buen rato a nuestra derecha apareció el Pico Jeje al que llegamos después de otro buen rato....jajaja
Nos dimos un buen baño de nieve y nunca mejor dicho....., porque nos dió por practicar técnicas de detención con el piolet y la verdad como cerdos en un patatal.
Qué montaña tenemos y qué afortunados somos!!!!!!

viernes, 18 de enero de 2013

SEÑALES LES PLANES




La ruta parte desde la cerrada curva que da comienzo al Puerto de las Señales (1.300 m), a 500 m del puente de los Hitos, donde se encuentra la entrada al Pinar de Cofiñal.
El camino discurre por la margen derecha del Valle Pinzón, que remontamos, dejando en todo momento el arroyo a nuestra izquierda. A los 2 kilómetros cogemos un claro desvío que torna al norte, ascendiendo por una vallina, hacia el paraje denominado el Borugo.
Salimos en dirección este, buscando una zona de pastos, y dejando el arroyo que baja del Borujo a nuestra espalda, sin cruzarlo en ningún momento. Al poco viramos al norte para dirigir nuestros pasos hacia el collado de la Muesca Braga (se llama así, lo juro).
Una vez superado el collado, ya estamos en Asturias, en el Parque Natural de Redes. Seguimos una senda que nos baja hasta el collado de las Arenas, pasando por los parajes del Llano del Páramo y de las Morteras. Continuamos enlazando collados hasta el Collado del Puerco (se llama así, lo juro), y de allí sin demasiadas dificultades ascendemos hasta las Planas (1.818 m), la mayor altura de la Sierra de Príes.
La idea era seguir el cordal, hasta el Canto del Oso, pero el mal tiempo nos echó para atrás, eso y el horario, que ya era ajustado, pues no es fácil orientarse y calcular el tiempo de vuelta. La prudencia manda.
La sierra de Príes y la Sierra de Pintacanales hacen una especie de muralla que rodea, casi totalmente, a la Majada de la Vega de Brañagallones (1.250 m), un sitio precioso.
La fauna es abundamente, y frondosos bosques cubren gran parte del paisaje, lástima de mal tiempo que nos impidio disfrutar por más tiempo de este hermoso paisaje.
La vuelta la hicimos por el mismo sitio hasta el collado de la Muesca Braga, desde donde descendimos, con dirección este, hacia el paraje llamado Los Abedulosos. Una serie de lagos, con los Mampodres al fondo, hacen una estampa de lo más espectacular.
Deberíamos haber llegado hasta una caseta de ICONA, en las Llanas del Monte, siguiendo las sendas que unen los lagos, y allí coger una pista forestal que nos hubiera sacado al camino que remonta el valle del Pinzón, o a la carretera del puerto de las Señales, ya cerca del punto de partida. El caso es que bajamos monte través, hasta el fondo del valle.
Mala idea, abandonar las sendas y adentrarse en el matorral, hasta espantamos un ciervo.
Llegamos al coche justo al atardecer, convencidos de nunca más abandonar un camino o senda, por un posible atajo.
El sitio es precioso, pero la época más indicada para visitar esta zona es sin duda el otoño. Seguro que volveremos, y no tardando.

Pico Peredilla (08/12/2012)





El sábado volvimos a Redilluera (1.300 m), pues el jueves (6/12/2012) debido al mal tiempo tuvimos que acortar la excursión, y nos quedamos con ganas de ir un poco más lejos. Hoy el tiempo es mucho más estable, aunque hace un frío considerable. El paisaje se ve blanco por la nieve caída estos últimos días.
Salimos de Redilluera, con dirección oeste, siguiendo la primera parte el camino a Canseco, pero dejando su desvío a mano derecha, para unos 50 m después, cruzar el arroyo Trancosa y proseguir por el camino que se adentra en la vallina del arroyo Cardosa, en dirección sur. No hay pérdida, pues es el único camino que hay, tras atravesar el riachuelo.
Una vez en el camino, nos ponemos las raquetas, pues el espesor de la nieve alcanza los 30-40 cm.
Este camino nos lleva hasta una caseta de ICONA. Debemos proseguir, con dirección oeste buscando el fondo del valle y una sucesión de colladas, hasta llegar a la collada Trancosa (1.588 m). Esta collada se encuentra un poco más al sur de la Collada de Redrero, por la que pasamos al rodear la Peña Constante, el pasado jueves.
En la collada la nieve está mucho más dura, con lo que no nos hundimos demasiado, así que nos quitamos las raquetas. El terreno no es difícil, y seguimos con dirección suroeste, bordeando la Peña del Rubio, hacia el collado de las Arenas (1.582 m), que se encuentra sobre el pueblo de Genicera.
Desde el collado de las Arenas, sólo tenemos que ascender, con dirección oeste, hasta llegar a la cima del Peredilla. Nosotros hicimos una fácil arista, que con la nieve caída estaba entretenida, pero resulta más sencillo acceder a la cima desde el sur, por una pequeña canal, que nos deja en el mismo vértice geodésico.
Las vistas desde la cima, son muy bonitas, parecidas a las de Cueto Cabañas, aunque desde aquí tenemos mayor perspectiva de los Montes Bodón, cercanos a Canseco, y que habrá que visitar próximamente. El Morala también llama la atención, pues es la mayor mole de la comarca.
Por la arista son visibles antiguos parapetos, restos de fortificaciones de la Guerra Civil, sin duda.
El regreso lo hicimos por el mismo camino, en total son unos 10 km (5 de ida y 5 de vuelta), no es una excursión dura, aunque depende de las condiciones de la nieve.

CLÁSICA NORTE PEÑA UBIÑA




Salimos de León a las 6 de la mañana. Optamos por ir por Pajares, y a las 8:20 estábamos en el gran aparcamiento de Tuiza de Arriba con todos los bártulos desparramados por el suelo decidiendo que hierros llevar y cuales dejar.
El objetivo era hacer la canal central (III/M3): decidimos llevar 6 drizas largas, 2 disipadoras, 2 reuniones completas, 4 tornillos de hielo, 4 friends, 1 juego completo de empotradotes, 3 clavos, 2 estacas de nieve, una cuerda 60 m y 8,5 mm de diámetro.
La ruta parte de Tuiza de Arriba (2.250 m), por un sendero con dirección oeste que en poco menos de 2 km nos deja en el  refugio del Meicín (1.500 m).
Tras 45 minutos, llegamos al Meicín y no habíamos pisado nada de nieve. De hecho la nieve estaba bastante por encima, al menos otros 300 metros.
La canal central parecía escasa de nieve; en definitiva, no la vimos clara y ante las dudas de las condiciones de una ruta bastante exigente, decidimos cambiar el plan inicial e intentar la clásica de la cara norte (III/2-), que parecía mucho más amable.
En 2006 fue la primera vez que vi el refugio del Meicín, y estaba en plena reforma pues un alud lo había destrozado el invierno pasado. Parece increíble que aquellos 4 muros sin tejado, sea el mismo refugio que ahora se levanta elegante, en medio de un paraje impresionante.
Desde el refugio remontamos el valle de Cavarrubia, mejor por su margen derecha, donde encontramos algunas sendas bastante marcadas.
La poca nieve que había estaba como un cuerno y con huella marcada. Así llegamos hasta el final del valle, a una altitud cercana a los 2.000 m, donde nos pusimos los crampones y continuamos bordeando el Cueto Les Cabres; por su parte norte bajo los contrafuertes del Prau Capón, evitando los Joyos les Cabres donde son visibles unas simas que dan bastante miedo.
Esta última parte hasta el pie de la vía es bastante fácil, pues ganamos altura de una forma más suave.
La vía tiene 2 posibles entradas: unas rampas de 40º-45º (por donde fuimos), o un corredor en diagonal pegado a la pared que se coge más abajo.
Las primeras rampas son de unos 40º-45º, que acaban contra unos contrafuertes que se superan por una rampa diagonal semioculta a la izquierda (más fácil), o por un paso raro que nos hace pasar por una repisa con techo. La mochila se engancha al techo y te puedes hacer un lío, a mí me pasó.
Después el camino es bastante evidente, sin complicaciones destacadas, hasta el collado que da paso a la cara noroeste, punto más complicado de la vía. Volvemos a tener 2 opciones:
1º) Seguir por la cresta encadenando III, que tienen una pinta bastante mala, con el hielo y la nieve y sin olvidar el viento helado que en esta época suele azotar la cresta.
2º) Pasar a la cara noroeste, que suele estar mucho más helada que la norte. Hay que hacer una travesía horizontal, corta, apenas 15 m, pero que según las condiciones de la nieve, puede ser un verdadero espejo, lo cual acojona bastante, aunque es fácilmente asegurable desde las peñas del collado.
Nosotros pasamos a la cara noroeste, y tras la travesía entramos en un entretenido corredor de unos 50º y 20 m con buen hielo, que nos saca a las rampas finales, más fáciles y que dan acceso a la cima.
Tuvimos un día muy despejado, aunque el viento helador nos castigó durante la cresta y en la cima, y ya no nos abandonó durante el descenso.
La bajada la hicimos por la cara este, ruta normal de descenso si queremos volver al Meicín. Nos deposita en el Alto Terreos, collado entre Ubiña Grande y la Peña Cerreos. La vez anterior que subimos por el corredor de la Aguja, bajamos por el canalón sur que nos deja en el collado del Ronzón, entre Ubiña Grande y la Pequeña, y de allí bajamos a Torrebarrio.
Al final no usamos más que los crampones y los piolets, y aun así no hicimos malos tiempos, a las 3 estábamos en el Meícin.
Una clásica muy entretenida, aunque exigente físicamente.
En el aparcamiento de Tuiza coincidimos con el guarda del refugio que nos dijo que el día anterior estuvieron precisamente en la canal central, y que estaba suficientemente formada, con buen hielo y la nieve justa. Que desde el refugio parece escasa de nieve, pero que una vez que estas a pie de vía la cosa cambia y que los mixtos son relativamente fáciles, IV-IV+, con un posible paso de V-V+ a la salida de la vira si no se hace el rapel para entrar en el embudo. Puede que hiciéramos bien al elegir la clásica.
De lo mejor de día la parada técnica durante la vuelta en el mesón “El Maragato” de Busdongo, muy recomendable.

CEPEDA - URRIELLO (11/08/2012)




El viernes salimos de León a las siete de la tarde, muy tarde.
Llegando a Pajares, nos retuvieron durante casi una hora, debido a una vuelta ciclista. Paramos a cenar en un área de servicio, pues estaba claro que llegaríamos ya de noche. Todavía tardamos bastante hasta el desvío al Collado de Pandébano, donde llegamos pasadas las doce.
Un viaje largo y lioso, quizás haya que modernizarse y dejarse en manos del GPS.
Sabíamos que el tiempo empeoraría del sábado al domingo, por lo que era necesario aprovechar la ventana de buen tiempo y subir el sábado.
Cambiamos el plan original que consistía en dormir en el refugio, madrugar, escalar y volver a Pandébano, por dormir en la furgoneta, madrugar, escalar y volver a la furgoneta. La furgoneta estaba aparcada a una altitud de mil metros.
A las cinco y veinte nos levantamos, desayunamos y hacia las seis y media salimos con dirección al Picú.
Amanecía, la temperatura era perfecta para apretar el paso, en poco tiempo estábamos en la Tenerosa, pero el camino se empina y el peso de las mochilas se hace más notable.
Llegamos a la canal de la Celada hacia las nueve y cuarto y empezamos a escalar a las diez.
Para mí era la primera ascensión, sin embargo, mi compañero de cordada ya había subido un par de veces anteriormente, aunque ninguna de ellas por la cara este. Él abrió todos los largos, limitándome yo a asegurar y recuperar el material.
La vía Cepeda fue abierta por “San Pedro Udaondo”, allí por los años cincuenta, Es una de las más clásicas de la cara este, todo un prodigio de intuición y lógica en la escalada. Alterna muros, con diedros, chimeneas, fisuras, placas de adherencia…, todo lo que se puede encontrar en una escalada en caliza.
No voy a describir sus nueve largos y sus 350 metros de escalada, no muy difícil, pues solo tiene dos largos de V+, pero sí es exigente físicamente, tanto por su longitud, como por algún que otro paso atlético.
Coincidimos con otras dos cordadas por encima: Una, de unos chavales de LLodio, Gorka y Aimar, en nuestra misma vía, pasamos buenos momentos durante toda la jornada. La otra, escalaba por “Amistad con el Diablo”, la vía abierta por el gran Alfredo Iñiguez, tristemente fallecido este año en un accidente en Quirós.
El caso es que ninguna de las dos cordadas, como pudimos saber de buena tinta más adelante, tenía croquis de las vías que querían hacer. Los que estaban haciendo “Amistad con el Diablo”, se equivocaron de ruta, derivando peligrosamente por debajo y a la derecha del paso “rompetobillos”, provocando caídas de piedra, que ni siquiera advirtieron.
Eso nos puso algo nerviosos, y nos liamos en el sexto largo, donde no encontramos la reunión descrita. Debiendo hacer unos zig-zag peliagudos para salir del paso. Perdimos bastante tiempo. Se trata de una vira fácil (II-III), que a tope de cuerda debe dejarte en una supuesta cómoda reunión de dos clavos. Nunca la encontramos.
En vez de agotar la cuerda, debíamos haber montado la reunión intermedia en dos preciosos parabolts, que son el inicio de una línea de rápeles hasta el suelo, y posible vía de escape, si el tiempo u otras circunstancias lo aconsejan.
El paso del rompetobillos (V+), justo antes del agujero, está muy lavado, pues todas las vías de la cara este, confluyen en ese punto de obligada salida. No nos complicamos y lo forzamos en artificial.
La salida por el agujero, que comunica la cara este con la cara sur es farragoso. Un consejo: ¡Pasa primero la cabeza!
Eran las cuatro de la tarde cuando vimos la cara sur. Ya en el anfiteatro el escenario cambia, y tras unas sencillas trepadas, por roca de excelente calidad, llegamos a la arista cimera y después a la cima, en una media hora.
¡Que voy a decir de la cima! Tras años de escalar, e imaginar estar un día aquí, por fin estás. Desde luego sientes alegría y una gran emoción. Disfrutas de la cima, te sientas, comes, sacas fotos, y no quieres irte. Pero la niebla que entraba por la canal de la Celada, comenzaba a invadir la cara sur. Hora de bajar.
Durante todo el día, pudimos ver como las nubes que se formaban en la cercana costa, crecían hasta hacerse gigantes y engullir todo el territorio, desde el mar hasta nosotros. Dejando sólo emerger las cumbres más significativas de Picos.
En los rápeles hubo aglomeración y tardamos en bajar. Aunque compartimos cuerdas con otras dos cordadas, al final se hizo eterno, y llegamos a pie de pared a las siete menos diez.
Volvimos por la canal de la Celada, ya cubierta por la niebla. Como subimos las mochilas, no tuvimos que ir a buscarlas a pie de vía, como les paso a otras cordadas. Tardamos tres horas en volver a Pandébano. Llegamos agotados, además nos quedamos sin agua en la cima. Menos mal que en la furgo teníamos más.
Conclusiones:
1º) Subir agua de sobra, aunque pese.
2º) Ajustar el horario de salida de León, para llegar al refugio, o a vivaquear en las cercanías de la vía. Para lo cual hay que tener en cuenta: las 3 horas de viaje en coche y las 3 horas de pateada hasta el refugio, total entre 6-7 horas. Y por supuesto la hora de puesta del sol.
3º) Los cambios de tiempo son rápidos en Picos: subimos con sol pero bajamos con niebla y orvallo.
La próxima vez, seguro que mejoramos el tema logístico, jejeje….

viernes, 11 de enero de 2013

RAQUETADA POR REDILLUERA 06/12/2012




Raquetada por Redilluera 06/12/2012


RAQUETADA ALREDEDOR DE PEÑA CONSTANTE
Después de subir al Cueto Cabañas, y ver los pueblos al norte del cordal del Bodón, nos propusimos conocer más profundamente la zona, y Redilluera es el sitio perfecto, como punto de salida para multitud de excursiones.
El día 6/12/12, el tiempo era pésimo, así que decidimos hacer una ruta sencilla, para estirar las piernas y probar el material, jejeje…
La idea era rodear la peña Constante, y si podíamos subirla. Para ello partimos por el antiguo camino a Canseco, hasta el Collado del mismo nombre (dirección oeste, 1.535 m).
Salimos de Redilluera (1.300 m) con dirección oeste, y cogimos el primer desvío a mano derecha (noroeste), que discurre al sur de la Peña Empenadero, y llega hasta el Collado de Canseco.
Una vez en el collado, lo mejor es bajar hasta una caseta situada en el paraje del Prado de la Palombera (1.481 m), en el extremo oeste de la Peña Constante.
Nosotros continuamos sin perder altura desde el collado, rodeando la Peña. Fue un error caminar a media ladera con las raquetas.
El tiempo empeoraba por momentos, comenzando a nevar, así que decidimos no ascender la Peña y volver cuanto antes a Redilluera.
Varias sendas envuelven la Peña Constante, que conducen hasta el collado de Redrero (1.558 m), y desde allí, sin perder mucha altura seguimos hasta el paraje del Esquinón donde enlazamos con el camino a Canseco, donde iniciamos la ruta.
Un día aprovechado, a pesar del mal tiempo que condiciono la actividad.

martes, 8 de enero de 2013

Peña Cabañas (02/12/2012)



PEÑA CABAÑAS - 2 de diciembre de 2012



Peña Cabañas


La mañana del domingo, amaneció gélida, pero con el cielo totalmente despejado.
Partimos desde Valverde de Curueño con dirección este, siguiendo un camino que nos llevaba hacia el cercano pueblo de Valdeteja.
Confiamos en que la senda tornara hacia el norte. Sin embargo, proseguía en dirección este hacia una zona de pastos, alejándose del Collado de Valverde al que debíamos llegar.
Abandonamos el camino y continuamos monte través, por nieve muy blanda, ganando altura poco a poco y penosamente.
En algunas zonas, el espesor de la nieve superaba el medio metro. El sol calentó bastante durante la subida, en algunos momentos demasiado.
Si no hubiera sido por la nieve blanda, hubiera sido un agradable paseo…
Una vez llegados al Collado Valverde (1.674 m), continuamos sin problemas por la cresta, hasta lo que creímos que era la cima; sin embargo, la verdadera cima estaba más atrás. Como las montañas importantes, el Cueto Cabañas tiene antecima.
Si no hubiera sido por la nieve blanda, hubiera sido un agradable paseo…
El viento, en el pico, era helador. Las nubes entraban desde el noroeste, por la zona de Vegarada, advirtiendo un inminente cambio de tiempo para las próximas horas.
En la cima, las vistas son magníficas: a nuestra espalda y en el mismo cordal el imponente Bodón, sin duda la estampa más bonita. Al frente, también en el mismo cordal, la Peña Peredilla. Hacia el norte, en el fondo del valle, los pueblos de Redilluera y Llamazares, y más hacia el norte el Morala y los picos de Vegarada. Hacia el sur, en el fondo del valle, se encuentran los pueblos de Valverde de Curueño y Genicera, y más hacia el sur la meseta de Sancenas y el Pico Correcillas.
La bajada, fue mucho más corta, directa y amable que la subida.
Es un paraje cercano a León y no muy frecuentado, pues la mayoría de la gente que se acerca a la comarca, suele encaminarse a la zona de Sancenas, también espectacular.
La ruta es corta (aprox. 3 km) y sin demasiado desnivel (aprox. 650 m); además siempre tenemos el Collado de Valverde a vista. A la salida del pueblo deberíamos seguir hacia los depósitos de agua, y continuar por sendas, subiendo directamente hacia el Collado de Valverde.
P.D.: Debimos haber cogido las raquetas…