lunes, 8 de agosto de 2011

Pico Valjarto - Pico Mediodia - Laguna de Mampodre (8-8-2011)

Pico Valjarto (2.038 m .) - Pico Mediodia (2.177 m.) - Laguna de Mampodre (8-8-2011)
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MARAÑA (1.240 m)-VALJARTO (2.038 m)-MEDIODÍA (2.179 m)
El domingo regresamos a Maraña. Estoy pensando en empadronarme en ese pueblo.
Hasta llegar a la cima del Valjarto, la ruta es igual a la del día 24/07/2011. A partir de ahí, seguimos el cordal cimero que une la cima del Valjarto con un collado ya en la ladera del Mediodía. Rodeamos, intentando perder poca altura, hasta acometer la ascensión por la ladera sur que es la menos abrupta de este formidable pico.
Este paraje lunar se llama los Cubos Cimeros. Impresiona ver al oeste el cordal de Peña Brava que se une al Mediodía formando una muralla inexpugnable. Al otro lado se encuentra el recóndito Valle de Murias.
La subida hasta la cima es dura, pues la pendiente es muy pronunciada y las piedras de pequeño tamaño actúan como canicas, haciendo que mantener el equilibrio sea verdaderamente difícil. Estas mismas “canicas” hacen que la bajada sea también peliaguda.
Las vistas desde el Mediodía son magníficas en todas las direcciones. En un día despejado como el pasado domingo se ve nítidamente el Espigüete con su doble cima: los macizos de Picos de Europa, el Torres de San Isidro, el cordal de Brañagallones, el Susaron y el pantano de Vegamián, la planicie del sur, el Yordas…Una verdadera gozada.
Para bajar, volvimos sobre nuestros pasos hasta el collado que da acceso al cordal cimero del Valjarto. Para no repetir el mismo camino del otro domingo, probamos a bajar por los canchales del norte. Pero escogimos mal el canchal. Debimos coger el primero, el queda justo frente al collado. Ése nos hubiera bajado sin demasiados problemas prácticamente hasta la laguna. En vez de eso cogimos otro más a la derecha, hacia el Valjarto.
Hacía media bajada llegamos a un cortado de unos 10-15 metros de alto, que eludimos con un destrepe por la empinada canal de la izquierda. A partir de aquí, ya no hubo más complicaciones, y disfrutamos de la bajada.
Las huellas del glaciar que conformó este impresionante paisaje son visibles en las estrías y surcos presentes en las rocas. También las duras condiciones invernales, con frecuentes aludes, se evidencian en las rocas cercanas a la laguna Mampodre, pues están cubiertas de pequeñas piedras, que parecen colocadas a propósito, en extraños equilibrios. Supongo que son arrastradas por los aludes y una vez que se funde la nieve quedan colocadas de esta curiosa manera.
La ruta es su conjunto es dura, pues se salva un desnivel acumulado cercano a los 1000 metros, pero merece la pena.