Salimos de León a las 6 de la
mañana. Optamos por ir por Pajares, y a las 8:20 estábamos en el gran
aparcamiento de Tuiza de Arriba con todos los bártulos desparramados por el
suelo decidiendo que hierros llevar y cuales dejar.
El objetivo era hacer la canal
central (III/M3): decidimos llevar 6 drizas largas, 2 disipadoras, 2 reuniones
completas, 4 tornillos de hielo, 4 friends, 1 juego completo de empotradotes, 3
clavos, 2 estacas de nieve, una cuerda 60 m y 8,5 mm de diámetro.
La ruta parte de Tuiza de Arriba
(2.250 m ),
por un sendero con dirección oeste que en poco menos de 2 km nos deja en el refugio del Meicín (1.500 m ).
Tras 45 minutos, llegamos al
Meicín y no habíamos pisado nada de nieve. De hecho la nieve estaba bastante
por encima, al menos otros 300
metros .
La canal central parecía escasa
de nieve; en definitiva, no la vimos clara y ante las dudas de las condiciones
de una ruta bastante exigente, decidimos cambiar el plan inicial e intentar la
clásica de la cara norte (III/2-), que parecía mucho más amable.
En 2006 fue la primera vez que vi
el refugio del Meicín, y estaba en plena reforma pues un alud lo había
destrozado el invierno pasado. Parece increíble que aquellos 4 muros sin
tejado, sea el mismo refugio que ahora se levanta elegante, en medio de un
paraje impresionante.
Desde el refugio remontamos el
valle de Cavarrubia, mejor por su margen derecha, donde encontramos algunas
sendas bastante marcadas.
La poca nieve que había estaba
como un cuerno y con huella marcada. Así llegamos hasta el final del valle, a
una altitud cercana a los 2.000
m , donde nos pusimos los crampones y continuamos bordeando
el Cueto Les Cabres; por su parte norte bajo los contrafuertes del Prau Capón,
evitando los Joyos les Cabres donde son visibles unas simas que dan bastante
miedo.
Esta última parte hasta el pie de
la vía es bastante fácil, pues ganamos altura de una forma más suave.
La vía tiene 2 posibles entradas:
unas rampas de 40º-45º (por donde fuimos), o un corredor en diagonal pegado a
la pared que se coge más abajo.
Las primeras rampas son de unos
40º-45º, que acaban contra unos contrafuertes que se superan por una rampa
diagonal semioculta a la izquierda (más fácil), o por un paso raro que nos hace
pasar por una repisa con techo. La mochila se engancha al techo y te puedes
hacer un lío, a mí me pasó.
Después el camino es bastante
evidente, sin complicaciones destacadas, hasta el collado que da paso a la cara
noroeste, punto más complicado de la vía. Volvemos a tener 2 opciones:
1º) Seguir por la cresta
encadenando III, que tienen una pinta bastante mala, con el hielo y la nieve y
sin olvidar el viento helado que en esta época suele azotar la cresta.
2º) Pasar a la cara noroeste, que
suele estar mucho más helada que la norte. Hay que hacer una travesía
horizontal, corta, apenas 15 m ,
pero que según las condiciones de la nieve, puede ser un verdadero espejo, lo
cual acojona bastante, aunque es fácilmente asegurable desde las peñas del
collado.
Nosotros pasamos a la cara
noroeste, y tras la travesía entramos en un entretenido corredor de unos 50º y 20 m con buen hielo, que nos
saca a las rampas finales, más fáciles y que dan acceso a la cima.
Tuvimos un día muy despejado,
aunque el viento helador nos castigó durante la cresta y en la cima, y ya no
nos abandonó durante el descenso.
La bajada la hicimos por la cara
este, ruta normal de descenso si queremos volver al Meicín. Nos deposita en el
Alto Terreos, collado entre Ubiña Grande y la Peña Cerreos. La vez anterior que
subimos por el corredor de la
Aguja , bajamos por el canalón sur que nos deja en el collado
del Ronzón, entre Ubiña Grande y la
Pequeña , y de allí bajamos a Torrebarrio.
Al final no usamos más que los
crampones y los piolets, y aun así no hicimos malos tiempos, a las 3 estábamos
en el Meícin.
Una clásica muy entretenida,
aunque exigente físicamente.
En el aparcamiento de Tuiza
coincidimos con el guarda del refugio que nos dijo que el día anterior
estuvieron precisamente en la canal central, y que estaba suficientemente
formada, con buen hielo y la nieve justa. Que desde el refugio parece escasa de
nieve, pero que una vez que estas a pie de vía la cosa cambia y que los mixtos
son relativamente fáciles, IV-IV+, con un posible paso de V-V+ a la salida de
la vira si no se hace el rapel para entrar en el embudo. Puede que hiciéramos
bien al elegir la clásica.
De lo mejor de día la parada
técnica durante la vuelta en el mesón “El Maragato” de Busdongo, muy
recomendable.
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