domingo, 29 de mayo de 2011

Pico San Justo (29-05-2011)

Pico San Justo (29-05-2011)

Para VER el album PINCHAR en la foto


PICO SAN JUSTO (1.956 m)

El pronóstico del tiempo para ese sábado era malo, tormentoso. Por eso buscamos una ruta corta y fácil, pero chula.
No hubo que pensar mucho.
El pico San Justo surge cada vez que pasas por encima de Pueblo de Lillo. Es omnipresente desde Cofiñal o Isoba; además, tiene la peculiar forma de volcán de su cara este que le hace inconfundible.
Nos acercamos hasta el bonito y muy montañero pueblo de Isoba (1.340 m). La ruta coincide, en parte, con un PR, (Valle del Pinzón-Entrevados), que saliendo de Cofiñal rodea por completo el Pico San Justo.
Ascendemos en dirección noroeste, por una pista bien marcada. En apenas un kilómetro, nos encontramos en las campas a los pies de la ladera oeste el pico San Justo. Allí cogemos un desvío, que nos acerca a la falda del San Justo.
La ascensión es factible desde toda la ladera.
Aunque la subida más cómoda puede ser más al norte: siguiendo la pista de subida hasta una pequeña laguna, poco antes del Collado Pinzón. Desde dicha laguna ganamos un hombro y desde allí la cumbre, por senderos poco marcados.
A mitad de la ascensión, cayó una fuerte tormenta. El día pasó de caluroso a frío y desapacible en un abrir y cerrar de ojos. En la cumbre hacía un frío que pelaba. Por supuesto comimos en la cumbre.
Las vistas son magníficas en todas las direcciones, aunque lo nublado del día las limitaba a lo más cercano.
Destaca la vega del Porma hacía el sur, con los pueblos de Cofiñal y Puebla de Lillo. Hacía el este, se encuentran los imponentes Mampodres y el Pinar de Lillo. Al norte, el Valle del Pinzón y más allá Brañagallones, en el Parque de Redes en Asturias. Y, al oeste, el lago de Isoba e incluso, el Ausente.
El caso es que mientras ascendíamos a la cima yo buscaba continuamente el hito del vértice geodésico. Y no lo encontraba. De hecho, durante unos minutos pensé que nos habíamos equivocado, pero ¡es qué no había nada más alto cerca! Hasta que por fin apareció el hito: roto, totalmente volcado y semioculto en un hueco. La verdad es que, viendo lo fuertes que son aquí las tormentas, no hace falta buscar culpables humanos.
La ruta es corta pero muy agradecida. Si se quiere algo más fuerte, siempre se puede completar con el PR.
¡Ánimo que merece la pena!