miércoles, 19 de noviembre de 2008

Ruta de Mampodre (15/11/2008)

Ruta de Mampodre (15-11-08)
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Salimos de Redipollos con un día precioso de sol, por una pista en continua pendiente junto al arroyo de Murias que poco a poco nos lleva a un robledal en el que hay un ejemplares de robles viejos preciosos, el robledal de los Torcedos, en donde encontramos una zona de recreo con mesas, bancos de madera y una fuente.

Seguimos avanzando hacia una zona de matorral que está repoblada de pinos y que nos lleva al Alto de Carrerina Blanca, desde donde podemos ver una panorámica de la zona recorrida y del valle del Porma, con la excusa de hacer unas fotos tomamos aire y descansamos un poco. Seguimos ascendiendo por el Puerto de Redipollos, por esta altura ya empezamos a encontrar pequeños neveros en zonas sombrías, el arroyo es muy bonito, va haciendo pequeñas cascadas y así llegamos a la zona llamada de los Soportales, que es una construcción de piedra que como su propio nombre indica tiene varios soportales formados por unas enormes vigas de roble, esta construcción está situada en la base de la Peña de Polinosa y era una construcción destinada en su día al refugio del ganado trashumante.
A partir de aquí ya no hay que mirar a las zonas sombrías para encontrar nieve, atravesamos una zona de praderas a los pies del Macizo de Mampodre y nos dirigimos al alto de Collado Fermosa, que nos cuesta un huevo llegar porque había bastante nieve, no llevábamos raquetas y tampoco polainas, por lo tanto nos hundíamos hasta la rodilla cada vez que dábamos un paso y acabamos empapados y reventados, pero llegamos y disfrutamos de una panorámica bárbara. Desde aquí podemos ver que el camino se dirige hacía el Collado de Maraña, pero no llegamos a él, ya que el camino va descendiendo en zigzag y antes de llegar gira, bajamos hundiéndonos en la nieve hasta que llegamos a la zona conocida como Hoces de la Cabrera que una vez atravesadas llegamos a un valle verde, no blanco, y así poco a poco llegamos de nuevo a Redipollos.

Os habréis fijado que no paramos para comer, pues no comimos porque salimos de Redipollos a las 12:45 h. y si parábamos se nos hacía de noche, así que Luis de vez en cuando nos daba chocolate con pasas y avellanas para que no desfalleciéramos. Llegamos a Redipollos a las 17:45 h., nos cambiamos de calcetines (empapados) y de calzado (empapado también) y nos dirigimos al bar del pueblo a comer nuestros estupendos bocadillos con una cervecita y después un café calentito.

Fue un día muy bonito, pero hay que reconocer que las cosas así no se pueden hacer, hay que ir equipados con polainas y raquetas y hay que salir a una hora prudencial, porque cualquier incidente que nos hubiera retrasado un poco nos habría costado un disgusto….¡Hasta otra Romeros!